Breve presentación de la empresa (actividad, localización…):

Uvesco es un grupo líder del sector del gran consumo de la distribución alimentaria, que opera bajo las enseñas Super BM y Super Amara. Actualmente contamos con más de 260 supermercados propios y 4 plataformas logísticas, dos de las cuales están ubicadas en Irún. Uvesco lo formamos más de 5.800 trabajadores, en un modelo de tienda que apuesta por el producto fresco y local, un surtido amplio y de calidad, y un servicio al cliente especializado.

Si bien nuestra presencia en Euskadi es la más fuerte, contamos también con tiendas en Cantabria, Navarra, La Rioja, Ávila y Madrid, dándose en esta última la expansión más fuerte en los últimos años.

¿Cómo y cuándo nació el proyecto? ¿Qué os animó a orientar vuestra actividad a la economía circular?

Uvesco nació en el año 1993, de la unión de dos empresas familiares del gran consumo que decidieron emprender juntas: Unialco, cuya sede está en Gipuzkoa, y Ves, cuyo origen es cántabro.

El interés hacia la economía circular y hacia la sostenibilidad ha ido creciendo poco a poco en la organización, sobre todo a medida que hemos ido entendiendo que es el camino para hacer los procesos más eficientes. La legislación también ha sido un impulsor importante, pero el factor determinante ha sido la creciente concienciación ambiental de trabajadores, clientes, y sociedad en general.

¿Qué tipo de productos hacéis partiendo de la materia prima que utilizáis?

Al ser una empresa de distribución, el uso de materias primas que hacemos es mínimo. Sin embargo, somo grandes consumidores de energía, nuestras tiendas se abastecen a diario a través de camiones y generamos una gran cantidad de residuos. Por eso mismo la economía circular tiene un papel vital en nuestra organización, ya que nos ayuda a que el impacto sea el mínimo posible.

¿Cuál es el valor de vuestra organización como proyecto de economía circular? ¿Y cuál es el valor ambiental y social de vuestra organización?

Uno de los pilares de Uvesco es el fomento del producto local, que impacta directamente tanto en la sociedad como en el medio ambiente. Impulsando los productos frescos locales no sólo se contribuye al primer sector de Gipuzkoa y se aporta a la economía local, sino que también se reduce de manera significativa el impacto del transporte de esos alimentos.

También estamos involucrados en la comunidad de diversas maneras, desde las donaciones a asociaciones benéficas a patrocinios de eventos culturales y deportivos.

En relación con el medio ambiente, este 2022 hemos compensado parcialmente la huella de carbono de Uvesco a través del Fondo Voluntario de Naturklima, quien ha compensado esas emisiones mediante la reforestación de la finca de Etxolazarreta (Irún), que fue arrasada por un incendio hace un año.

¿Qué importancia tiene el I+D+i en vuestra organización?

La innovación y la mejora continua son vitales para Uvesco, también en temas relacionados con la sostenibilidad. Por ejemplo, un sistema eficiente de hacer pedidos o una gestión de caducidades informatizada evita el desperdicio de toneladas de alimentos al año.

¿Cuáles han sido vuestros principales logros de estos años?

En estos últimos años destacaría tres hitos logrados por Uvesco. El primero sería el cambio a un consumo de energía 100% de origen renovable. En relación con ello, estaría la reducción de la huella de carbono, en la que certificamos un descenso de las emisiones del 38% entre los años 2018 y 2020, y que nos valió las tres estrellas Lean&Green concedidas por AECOC.

Por último, estaría el trabajo realizado en la gestión de residuos, tanto en las plataformas como en las tiendas. Por ejemplo, hicimos acuerdos con diferentes ayuntamientos para instalar contenedores de orgánico en más de 90 tiendas, que se suman a las que ya lo tenían. Trabajamos mucho en la prevención y en el reciclaje, lo que nos fue reconocido con el certificado Residuo Cero de AENOR para las plataformas logísticas de Irún.

¿Qué pensáis que es necesario para que la economía circular se consolide, en general; y en Gipuzkoa, ¿en particular?

Veo necesaria una mayor infraestructura y homogeneidad a la hora de tratar los residuos. Hoy en día estamos enviando residuos a otros territorios porque no se pueden gestionar en Gipuzkoa, como aquellos que destinamos a hacer biogás. También veo necesario un mayor apoyo a los residuos comerciales, y una mayor homogeneidad entre mancomunidades y ayuntamientos. A día de hoy, tenemos supermercados en los que el ayuntamiento correspondiente no nos instala un contenedor marrón por considerar que los residuos comerciales no están incluidos en su normativa, pero tampoco hay gestores privados que se encarguen del orgánico, y esos restos terminan en la basura. Las administraciones deberían apoyar y facilitar el reciclaje, no entorpecerlo.