Breve presentación de la empresa (actividad, localización…):

METAL78 es una start-up cuyo objetivo es industrializar una tecnología de recuperación de metales del grupo del platino (PGMs).  Tecnología 100% hidrometalúrgica con origen en CEIT (Donostia), y muy disruptiva por ser un proceso muy sostenible, huella de carbono 63% inferior frente a las tecnología actuales, y totalmente compatible con los filtros de partículas de motores diesel.

En la actualidad hay una planta piloto en el municipio de Hernani, con capacidad para tratar 18t/año, y se espera empezar a construir en 2023 una planta, también en Gipuzkoa, con capacidad de tratar unas 400t/año.

¿Cómo y cuándo nació el proyecto? ¿Qué os animó a orientar vuestra actividad a la economía circular?

El origen del proyecto es una tecnología desarrollada en CEIT, dentro de sus estudios de doctorado, y con el objetivo de desarrollar un método más “verde” para la recuperación de PGMs.  En 2016 se decidió buscar inversores, que permitieran estudiar el sector y comprobar el valor de lo desarrollado a nivel de laboratorio.

Es un proyecto 100% economía circular desde sus primeros pasos.

¿Qué tipo de productos hacéis partiendo de la materia prima que utilizáis?

El producto obtenido es una serie de esponjas metálicas que contienen platino, paladio y rodio.  Estos metales son muy escasos en la naturaleza, y tienen consideración de estratégicos por su escasez y su valor en la catálisis de ciertas reacciones.  Esas esponjas se utilizan para fabricar nuevos catalizadores.

¿Cuál es el valor de vuestra organización como proyecto de economía circular? ¿Y cuál es el valor ambiental y social de vuestra organización?

Los metales que recuperamos se encuentran en minas de Suráfrica y Rusia, por sus características son insustituibles en la industria.  Recuperarlos aquí, a nivel local,  tiene ventajas muy importantes a nivel medioambiental, incluso geoestratégico.

¿Qué importancia tiene el I+D+i en vuestra organización?

El proyecto de Metal78 es totalmente economía circular y a la vez I+D+i.  Origen en la investigación básica llevada a la industria, para la recuperación de metales escasos y cada vez más demandados.  No perdemos ese enfoque, y ya estamos preparando los cambios necesarios en el proceso, para adecuarlo a la recuperación de los metales PGMs presentes en los motores de pila de combustible.

¿Cuáles han sido vuestros principales logros de estos años?

Por un lado, la resolución de los problemas a nivel de ingeniería que han ido surgiendo en el escalado, ha sido un camino largo.  Por otro, el haber podido implicar a empresas guipuzcoanas, que permitirán que la planta principal se encuentre aquí, el sector está dominado por grandes corporaciones de países lejanos.  La tecnología podría haber viajado lejos, para no volver.

¿Qué pensáis que es necesario para que la economía circular se consolide, en general; y en Gipuzkoa, ¿en particular?

Pensamos, porque lo vemos, que en los últimos años se están implantando en Gipuzkoa numerosos proyectos de economía circular, varios con la participación de empresas de distinto ámbito, lo que facilitará que lleguen a éxito.  Esto si se consigue mantener en el tiempo, estamos seguros que acabará convirtiendo a la economía circular en uno de los sectores clave en nuestra tierra.