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Reportaje GK Recycling: Mazedonia Estudio

Mazedonia es un estudio de diseño y desarrollo de producto donostiarra. En la actualidad los ingenieros Ainhoa Garmendia y Gorka Sánchez, expertos en técnicas de reciclaje de plástico, son los integrantes de este estudio.

Breve presentación de la empresa (actividad, localización…):

Mazedonia es un estudio de diseño y desarrollo de producto donostiarra. En la actualidad los ingenieros Ainhoa Garmendia y Gorka Sánchez integran el estudio, expertos en técnicas de reciclaje de plástico. Como estudio de diseño, Mazedonia ofrece soluciones creativas de desarrollo de producto propias de la economía circular. Dentro de la educación, dinamiza talleres de creación alrededor del reciclaje de plásticos y la comunidad Precious Plastic, así como la reutilización de textiles y la formulación de biomateriales aplicados en el diseño de productos. Como profesores adjuntos, impartimos asignaturas de diseño y materiales en las universidades de Tecnun - Universidad de Navarra, IED Kunsthal y IE University. La regeneración de la materia a través del diseño, lo desensamblable, visibilizar los procesos de producción ocultos o la comunicación transparente de los humildes esfuerzos son los motores de búsqueda y desarrollo de Mazedonia. Todo esto sin que la diversión, la plasticidad y el color dejen de inundar nuestras mesas de trabajo.

¿Cómo y cuándo nació el proyecto? ¿Qué os animó a orientar vuestra actividad a la economía circular?

Mazedonia nació en 2021, en torno a los laboratorios ciudadanos de Medialab-Tabakalera. Nuestros primeros proyectos de economía circular se remontan a las investigaciones que desarrollamos durante los años universitarios sobre el reciclaje de plástico. Por otro lado, nuestras experiencias en el mundo laboral se alimentaron de colaboraciones con empresas como Ecoalf o Precious Plastic. Entre otros, desarrollamos una instalación para el museo Triennale di Milano en 2017, con el diseño de Naturalise: una hamaca tejida con plantas del aire para reflexionar sobre la posibilidad de habitar con objetos vivos y que deben ser cuidados. Tras varios años trabajando en diferentes países de Europa y Asía, ya de vuelta a San Sebastián, los integrantes de Mazedonia encontraron un lugar de experimentación para despuntar: el taller de Precious Plastic de Tabakalera.

Hoy en día, Mazedonia tiene sede en el espacio de Azpi Kultur Elkartea, en la calle Zabaleta 33 de San Sebastián, donde dispone de maquinaria de reciclaje de plástico y moldes propios de la comunidad global de Precious Plastic. Además del plástico, abarcamos diferentes técnicas para dar salida a otros materiales: textil, café, desechos orgánicos, etc.

¿Qué tipo de productos hacéis partiendo de la materia prima que utilizáis?

Principalmente como estudio desarrollamos proyectos de diseño de producto aportando soluciones creativas (diseño conceptual, planos técnicos, visualizaciones 3D) propias de la economía circular. En pequeña escala, hemos desarrollado una colección de objetos de plástico reciclado como mobiliario, lámparas, columpios, macetas, quillas para tablas de surf, etc. Uno de los proyectos más recientes ha sido la creación de dos jardines verticales para Axular Lizeoa en San Sebastián. Para este proyecto, se realizó una recogida de tapones en colaboración con las familias de Axular Lizeoa y así revalorizar el plástico en macetas. Dentro de estas ediciones limitadas, también contamos con producciones de prototipado para experimentar con materiales descartados, principalmente mediante moldeo por inyección.

¿Cuál es el valor de vuestra organización como proyecto de economía circular? ¿Y cuál es el valor ambiental y social de vuestra organización?

Creemos que iniciativas como la nuestra representan una gran oportunidad para el crecimiento del tejido empresarial. En concreto, nuestros proyectos combinan artesanía e industria y se basan en sistemas de reciclaje alternativo como Precious Plastic. En nuestros proyectos visibilizamos los procesos industriales de transformación de materiales y reciclaje, desde una forma performativa y educativa. Los materiales y sus procesos son el punto del desarrollo de nuestra investigación, guiados por el Waste-led design (Diseño basado en desechos). Es decir, el origen de los recursos materiales utilizados en nuestros proyectos son desechos ciudadanos y residuos industriales. En nuestros diseños evitamos el uso de nuevos materiales (sobre todo de plástico) y ampliamos el uso del mismo material dentro del sistema circular, fomentando la reutilización, el reciclaje, la reparación y el diseño desensamblable. Para la producción utilizamos nuestra máquina de moldeo por inyección situada en nuestro estudio de San Sebastián, afianzando así la filosofía de km 0: evitando que los residuos viajen durante la fase de producción y reduciendo la huella de carbono.

Valoramos poder usar nuestras propias manos para ser conscientes del proceso que hay detrás. Lo que permite que haya un acercamiento educativo: cambiar la mentalidad sobre el material/desecho y su valor percibido. En nuestras iniciativas hacemos partícipe a los usuarios de estos procesos, no solo mediante talleres didácticos, si no también en las recogidas selectivas, tanto de tapones como de camisetas. Además, la comunicación con los usuarios es constante: mantenemos la transparencia sobre el origen de las materias primas y los procesos productivos.

¿Qué importancia tiene el I+D+i en vuestra organización?

Como nuestra práctica está muy vinculada a la experimentación de materiales, la investigación es un continuo. Por otro lado, nuestro vínculo con la universidad nos permite seguir explorando nuevas técnicas de fabricación, innovación de materiales y prototipar nuevos diseños experimentales en nuestro estudio. Lo más importante para nosotros es traducir estas innovaciones utilizando un lenguaje cercano y siempre a través de la práctica. Nuestro objetivo es la divulgación del diseño circular desde una perspectiva inclusiva, colaborativa y divertida.

¿Cuáles han sido vuestros principales logros de estos años?

En este último año nos hemos consolidado como estudio, gracias al reconocimiento de Retos Empresariales 2023 otorgado por Naturklima. Con el premio, seguimos desarrollando el proyecto Zirkular Hub Ibiltaria, donde aunamos nuestros proyectos de diseño circular dentro de un laboratorio móvil, con el fin de acercar de forma educativa y transdisciplinar las prácticas del reciclaje y reutilización. En estos últimos años, hemos incrementado en un 300% el número de talleres impartidos en el territorio de Gipuzkoa, concienciando a más de 1000 familias.

Además, hemos conectado con amigos del lejano oriente para exponer nuestros proyectos de reciclaje en Taipei (Taiwan) y en la Design Week de Bangkok (Tailandia).

¿Qué pensáis que es necesario para que la economía circular se consolide, en general; y en Gipuzkoa, ¿en particular?

Son necesarias la transparencia y la comunicación entre las diferentes entidades. De esta manera, se podrá dar salida a los residuos de una manera mucho más colaborativa y eficiente. Actualmente estamos desarrollando una investigación para valorar los tipos de residuo industrial de las entidades guipuzcoanas. Al entrevistar a los diferentes agentes, hemos detectado la necesidad de crear redes para compartir estos residuos, que potencialmente serán recursos para otros.

Por otro lado, vemos necesario el perfil de los diseñadores transdisciplinares dentro de la economía circular. Entendemos el diseño como herramienta de transición. Es decir, el diseño se convierte en herramienta para pasar a la acción, con implicaciones y responsabilidades ecológicas, culturales y sociológicas. Esta visión holística permite que el diseño sea un agente para el cambio, ya que juega un papel importante en traducir problemas medioambientales y sociales, en respuestas y soluciones de carácter informativo y colaborativo. Los diseñadores podemos aportar soluciones para pasar de la concienciación, a la acción real.