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Reportaje GK RECYCLING: ECOMAGNET

ECOMAGNET es una startup de base tecnológica que posee una tecnología disruptiva que permite fabricar polvo de imán reciclado, a partir de imanes desechados

Breve presentación de la empresa (actividad, localización…):

ECOMAGNET es una startup de base tecnológica que posee una tecnología disruptiva que permite fabricar polvo de imán reciclado, a partir de imanes desechados provenientes de distintas fuentes de residuos industriales, principalmente chatarra eléctrica y electrónica. La empresa se constituyó en Donostia en 2021, y actualmente cuenta con instalaciones propias ubicadas en Astigarraga.

¿Cómo y cuándo nació el proyecto? ¿Qué os animó a orientar vuestra actividad a la economía circular?

ECOMAGNET es una empresa con origen en el centro de investigación Ceit, que fue constituida en enero de 2021. La tecnología se desarrolló como resultado de más de 10 años de proyectos de I+D desarrollados por Ceit. El promotor de la idea y actual CEO de la compañía, Kenny Alvarez, era investigador del grupo de materiales magnéticos, y fue él quien se hizo cargo de impulsar el proyecto, sacar la tecnología de laboratorio y escalarla.

A finales de 2020, estudiamos las necesidades del mercado de los imanes, y observamos que existían problemas de suministro debido al dominio de China del mercado, altos precios de adquisición, gran impacto ambiental por la extracción de las materias primas, y una demanda en crecimiento. Todos estos problemas, unidos a la tecnología que habíamos desarrollado, fuimos capaces de identificar claramente una gran oportunidad para proponer y llevar a cabo un modelo de negocio basado en la economía circular. Además, merece la pena mencionar que los imanes de tierras raras han sido catalogados como materiales críticos por la Unión Europea y otros países, y en la actualidad no se recuperan.

¿Qué tipo de productos hacéis partiendo de la materia prima que utilizáis?

Nuestra materia prima está compuesta por imanes de tierras raras, más bien conocidos como imanes de NdFeB (neodimio-hierro-boro), que han llegado al final de su vida útil. Estos imanes pueden ser nuevos, descatalogados, desechados, rotos, etc. No importa el estado, simplemente deben ser de NdFeB.

El material, una vez recibido, lo procesamos con nuestra tecnología. El proceso consiste en someter el material a procesos de caracterización, desmagnetización, limpieza y producción de polvo de imán. Finalmente, el polvo es sometido a unos tratamientos especiales que permiten que el material recupere su calidad.

De esta forma, el producto que ofrecemos está compuesto por polvo de imán reciclado. Este producto sirve como una nueva materia prima para la fabricación de nuevos imanes, pero con el sello reciclado. Estos imanes pueden ser utilizados nuevamente en dispositivos eléctricos y electrónicos (como por ejemplo, motores eléctricos, altavoces, generadores eléctricos, etc.).

¿Cuál es el valor de vuestra organización como proyecto de economía circular? ¿Y cuál es el valor ambiental y social de vuestra organización?

Somos una de las pocas empresas en el mundo capaz de recuperar imanes desechados y convertirlos en una nueva materia prima. Además, los análisis de impacto ambiental que hemos realizado han permitido comparar el impacto de nuestra tecnología con los procesos convencionales de fabricación, y los resultados han evidenciado que somos capaces de reducir en un 92% el impacto ambiental.

La economía circular y un modelo de negocio sostenible están en nuestro ADN, así es como lo refleja la misión de la compañía que dice; La misión de ECOMAGNET es contribuir de manera sustancial con la transición energética, a través de la recuperación de imanes desechados y la reintroducción de estos materiales en el mercado, aportando valor añadido en la cadena de suministro de estos materiales mediante un modelo más sostenible.

¿Qué importancia tiene el I+D+i en vuestra organización?

Somos una empresa spin-off de un centro tecnológico, con una tecnología desarrollada por investigadores que han estado trabajando en diferentes proyectos de I+D a nivel nacional y europeo, por lo que la I+D+i para nosotros es clave.

Actualmente, el 50% de la plantilla posee grado de doctor, es decir, contamos con una gran especialización en el área de los materiales magnéticos. Escalar una tecnología hasta nivel piloto desde un nivel muy poco maduro (laboratorio), requiere de realizar actividades de desarrollo constantemente. Por este motivo, si miramos atrás y analizamos los gastos que ha tenido la compañía, el gasto de I+D+i anual ha superado el 50% de los gastos totales. De cara al futuro, la empresa prevé seguir con un gasto elevado en I+D+i, al menos hasta alcanzar un nivel de producción industrial y comenzar la comercialización del producto.

¿Cuáles han sido vuestros principales logros de estos años?

Nuestros principales logros han sido:

  1. Cierre de nuestra primera ronda de inversión el año 2021 (1,2 M€).
  2. Consecución de un hito técnico, al conseguir fabricar un imán con nuestro producto, con propiedades competitivas para el mercado.
  3. Traslado del Centro tecnológico a una nave propia en Astigarraga.
  4. Construcción de la planta piloto.
  5. Escalado de la tecnología desde 150 gr a 5 kg de fabricación de polvo.

¿Qué pensáis que es necesario para que la economía circular se consolide, en general; y en Gipuzkoa, ¿en particular?

Creemos que falta que las personas, y luego las empresas, cambien de mentalidad y no apliquen la economía circular porque se los imponen las normativas, sino por un deseo de querer cuidar el planeta y poder contribuir a la descarbonización. Hay muchos recursos en circulación que podrían utilizarse para hacer modelos de economía circular, pero hacen falta recursos y ganas para poder ir a buscarlos y proponer nuevas ideas.